Algo tan sencillo como agregar verdura fresca a un plato de comida no lo es en la Antártida, dadas las temperaturas extremas, las características del suelo y las dificultades de acceder a este territorio remoto para llevar vegetales desde el continente.
Así, el desarrollo de cultivos hidropónicos –que comenzó en mayo de 2022 en la Base Antártica Conjunta Marambio– significa, además de un proyecto novedoso, un gran aporte a la alimentación diaria del personal que reside en el lugar.
Estela Arce es la encargada de la División de Medioambiente y PREVAC de la base y quien actualmente se ocupa del cuidado de los vegetales que se cultivan en el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI).
El MAPHI comprende un sistema de cultivo hidropónico sin suelo y puertas adentro de un contenedor marítimo de 6 metros de largo, acondicionado con un sistema de aislamiento y con calefacción a base de energía eléctrica para soportar las bajas temperaturas del continente blanco.
Actualmente, se producen lechuga, rúcula y perejil en un proceso que requiere mucho cuidado y un estricto control para lograr el crecimiento saludable de los vegetales.
“Primero, se utiliza una esponja biodegradable en la cual en cada orificio se ponen 3 semillas, se coloca en agua en las bandejas y una vez activadas y crecidas, se agrega agua con soluciones nutritivas para que se empiecen a desarrollar; luego, se trasplantan y se ponen en unos cajones, donde terminan su desarrollo final”, explica Estela, que es originaria de Chaco, Licenciada en Gestión Ambiental y suboficial auxiliar de la Fuerza Aérea.
El proyecto de producción hidropónica en la Antártida fue originalmente dirigido por el ingeniero agrónomo Jorge Birgi, investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), y en la puesta en marcha participaron técnicos del INTA y del Comando Conjunto Antártico (Cocoantar).
“Es una actividad muy importante para que la dotación, tanto militares como personal científico, pueda acceder a una alimentación fresca de verduras y no solamente siempre enlatados o frutas deshidratadas”, completó Arce.