La temporada invernal 2025 comenzó con expectativas moderadas en Tierra del Fuego, pero la realidad del sector turístico es preocupante. La ocupación hotelera en la ciudad de Ushuaia refleja la tendencia nacional de retracción: los niveles se mantienen por debajo del 50%, con cancelaciones y reservas de último momento que complican la planificación de los establecimientos.
El fenómeno no es aislado. A nivel país, la ocupación proyectada para la primera semana de vacaciones fue del 46%, cayendo al 37% en la segunda, según datos de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT). Solo destinos como Bariloche, Villa La Angostura y Jujuy muestran cifras cercanas al 80% gracias a promociones agresivas y al turismo extranjero, especialmente brasileño.
En cambio, Ushuaia —al igual que otras ciudades del sur— enfrenta un panorama complejo, afectada por el descenso del turismo receptivo, la apreciación cambiaria que favorece los viajes al exterior y una marcada reducción en las estadías de los turistas nacionales.
“De cada 100 pesos de tarifa hotelera, 60 se destinan al pago de impuestos”, advirtió Gabriela Ferrucci, presidenta de AHT, al señalar la carga impositiva como uno de los principales obstáculos del sector. “Las promociones y congelamientos de precios no logran compensar el retroceso de la demanda”, agregó.
En Ushuaia, los operadores locales también aplican estrategias de último recurso, como descuentos por pago en efectivo, tarifas congeladas y beneficios para residentes, aunque la actividad sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ya había anticipado un escenario complejo: durante los feriados de junio, el movimiento turístico cayó un 16,6% y el gasto total se redujo casi un 28% en comparación con el año anterior.
Mientras tanto, el turismo emisivo sigue en aumento. Entre enero y mayo, 6,7 millones de argentinos viajaron al exterior, un 66% más que en igual período de 2024, según datos del INDEC.
Desde la Asociación Fueguina de Hoteles y Gastronómicos advierten que la situación en Ushuaia refleja un problema estructural que va más allá de la estacionalidad: “Los costos operativos, sumados a los impuestos provinciales y municipales, dejan márgenes ínfimos. Muchos establecimientos están trabajando a pérdida para sostenerse”, expresaron.
El riesgo de cierre de hoteles y la pérdida de empleos ya es una realidad en varias provincias, y Tierra del Fuego no escapa a esa tendencia. La AHT estima que actualmente se pierden 10 puestos de trabajo por día en el rubro turístico a nivel nacional.
La situación deja en evidencia la necesidad urgente de medidas fiscales diferenciadas y un plan estratégico para reactivar uno de los sectores más golpeados del país.