

El secretario general del sindicato SETIA, Rodrigo Cárcamo, expresó su preocupación por el estado actual de la industria textil en Tierra del Fuego, en particular en la ciudad de Río Grande. Durante una entrevista, señaló que las fábricas locales mantienen sus niveles de actividad en un estado de “tensa calma”, con una capacidad productiva que apenas alcanza el 25 al 30 por ciento.
Cárcamo explicó que la situación se agrava por la caída del consumo y el avance de las importaciones, especialmente de indumentaria proveniente de Asia, que genera una competencia desigual frente a los productos nacionales. “Las plataformas digitales están trayendo prendas a precios irrisorios. Esto afecta directamente a toda la cadena textil”, afirmó.
En diálogo con Radio Fueguina, el dirigente citó un informe de la Fundación Fundar y advirtió que una apertura indiscriminada de importaciones podría implicar la pérdida de hasta 450.000 empleos en la industria manufacturera a nivel nacional. “Esto repercute también en el comercio, el transporte y en la vida económica diaria de cada ciudad”, agregó.
En cuanto a la realidad local, Cárcamo recordó que el sector llegó a tener unos 1.200 operarios en sus mejores años, y que actualmente quedan aproximadamente 460 trabajadores en actividad. También confirmó que la planta de Textil Río Grande permanece cerrada desde hace dos años y que la causa judicial correspondiente aún sigue su curso.
El titular de SETIA aclaró que los productos más afectados por la caída de ventas son las prendas terminadas y la ropa blanca, como sábanas y acolchados, frente a la competencia de productos importados de menor calidad pero mucho más económicos.
Consultado sobre los reclamos gremiales, aseguró que desde el sindicato se han realizado múltiples gestiones tanto legales como sociales, en articulación con el gobierno, para asistir a los trabajadores despedidos. “No es sólo la acción gremial; hay muchas necesidades básicas que cubrir, como el acceso a la salud o a servicios esenciales”, sostuvo.
Finalmente, Cárcamo reconoció que existe malestar entre los afiliados y aseguró que SETIA participó de todas las medidas convocadas por la CGT. “Sabíamos que la política económica de este gobierno iba a afectar al empleo. Ya vivimos situaciones similares con gobiernos anteriores. Esta vez, muchos prefirieron mirar para otro lado”, concluyó.