Seis jefes provinciales de Unión por la Patria mantuvieron un encuentro en la Ciudad de Buenos Aires, junto a diputados y senadores. Pidieron que la voz de los mandatarios "se escuché más en los bloques". Reiteraron oposición al Presupuesto 2026 y a otras iniciativas.
“Creemos en una Argentina con federalismo real, donde todas las provincias tengan las mismas oportunidades para crecer y desarrollarse”, posteó ayer el gobernador Gustavo Melella en su cuenta de X tras participar de un encuentro realizado en la Casa de La Pampa junto a gobernadores peronistas.
El encuentro tuvo como anfitrión al mandatario de La Pampa, Sergio Ziliotto, y lo acompañaron Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y el debutante Elías Suarez (Santiago del Estero). Participaron, además, legisladores nacionales de distintas provincias, incluyendo a Jorge Taiana, Gerardo Zamora, Juan Marino, Daniel Bensusán, María Florencia López y Sergio Casas, entre otros.
Todos ellos conforman el ala más beligerante del peronismo para con el Gobierno. No fueron de la partida, en cambio, el catamarqueño Raúl Jalil y el tucumano Osvaldo Jaldo, quienes, tras las elecciones, volvieron a acercar posiciones a la Casa Rosada. Fuentes que organizaron el mitin confirmaron que desistieron de invitarlos en esta ocasión, pero no descartan hacerlo en el futuro.
Los gobernadores peronistas salieron a marcarle la cancha al oficialismo en la antesala del debate en el Congreso por el Presupuesto 2026 y por el paquete de reformas que Javier Milei pretende aprobar en el periodo de sesiones extraordinarias. Además de anticipar su rechazo a las diversas iniciativas, indicaron que buscarán "los acuerdos necesarios para conformar mayorías".
Gobernadores peronistas afinan la estrategia legislativa
El encuentro buscó devolverle vigor a un peronismo golpeado por el resultado de las elecciones legislativas. En contraste, el Gobierno libertario salió fortalecido, con mayor iniciativa y presencia en ambas cámaras, lo que le facilitará el camino para aprobar las diversas iniciativas que empuja el Presidente. La foto también intentó fungir como contrapeso del poderío de Nación, que suma voluntades de caciques aliados, con el ministro del Interior, Diego Santilli, a la cabeza.
Fruto de la conversación surgió un documento conjunto titulado "Recuperar la Argentina federal e inclusiva", en la que denuncian el "retiro de Nación".
"Las provincias argentinas asumieron casi en soledad la prestación de los servicios públicos indelegables, cuya transferencia no fue acompañada de las partidas correspondientes. Con el gobierno nacional actual se agrega un cúmulo de incumplimientos y de deudas, más la interrupción de la obra pública en todo el territorio nacional", denuncia el escrito.
Acto seguido, advierte que las provincias "fueron recibiendo cada vez menos recursos" y que, desde la puesta en vigencia de la Ley de Coparticipación Federal de Impuestos, en 1988, "la parte que corresponde a las provincias cayó del 58% al 42 %". Y amplía: "Cada decisión del actual Gobierno agrava la situación; hasta la reforma laboral que hoy plantea se convirtió en un instrumento impensado para generar más desfinanciamiento federal".
En paralelo, los mandatarios peronistas anticiparon que saldrán a la búsqueda de aliados. "Propiciaremos el intercambio de ideas y buscaremos los acuerdos necesarios para conformar mayorías, más allá de las pertenencias partidarias o sectoriales", aclararon, y anticiparon: "Seremos parte de toda iniciativa que promueva bienestar del conjunto. Y, por el contrario, rechazaremos todas las que pretendan quitar recursos y derechos a las provincias y a sus habitantes, en especial a los productores y trabajadores".
El comunicado, en tanto, señala en otro pasaje: "Estamos convencidos que otra Argentina es posible. Una Argentina en la que la producción, el trabajo y la educación sean los cimientos del desarrollo. En la que la vigencia de la democracia garantice principios fundamentales como la división de poderes, la igualdad de oportunidades y el respeto de los derechos básicos de la sociedad", dice el escrito.
De los seis jefes provinciales que se reunieron en la Casa de La Pampa, cuatro de ellos están vetados por el oficialismo para entablar conversaciones. Se trata de Kicillof, Melella, Insfrán y Quintela. Mejor, aunque no exento de tensiones, es el vínculo del anfitrión Ziliotto, quien en las últimas horas consiguió un acuerdo con Nación para que ANSES desembolse $62.500 millones por la deuda que mantiene con la caja previsional del distrito.
En ese marco, el líder pampeano agradeció el rol del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y de Diego Santilli, con quienes se reunió días atrás en Balcarce 50.
El santiagueño Elías Suárez, en tanto, hizo su debut en la rosca federal, ya que asumió el 10 de diciembre pasado en reemplazo de Gerardo Zamora, flamante senador nacional, que también participó de la cumbre.
Suarez ofició como histórico jefe de Gabinete de Zamora. Ante la imposibilidad del caudillo norteño de buscar un nuevo mandato, se apoyó en él para prolongar la hegemonía del Frente Cívico. Aunque se mantuvo dentro de la órbita de Unión por la Patria, su antecesor mostró flexibilidad para negociar con el Gobierno de acuerdo a las necesidades de la hora política.
Tras el encuentro, Kicillof e Insfrán partieron hacia Formosa, donde tendrán agenda compartida este miércoles, un movimiento sugestivo de bonaerense con miras a ampliar su red federal de respaldos