sábado 27 de julio de 2024

Opinión | 15 may 2023

Alejandro Rojo Vivot: Argentinos en su laberinto


El Laberinto
Zeus no podría desatar redes
De piedra que me cerca. He olvidado
Los hombres que antes fui; sigo el odiado
Camino de monótonas paredes
Que es mi destino. Rectas galerías
Que se curvan en círculos secretos
Al cabo de los años. (…)
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
Este el último día de la espera. (1)

Jorge Luis Borges (1899-1986)

Dicen que Dios en el séptimo día descansó extasiado por lo que acababa de crear pero, al rato se le aproximó una exaltada turba que a los gritos pedía justicia; fueron los primeros indignados que registra la historia; luego fueron otros muchos.

Una vez calmados los ánimos uno de los más ofuscados le reclamó equidad:
-En una zona muy alejada usted concentró bellísimos paisajes, un clima variado pero nunca extremo, ríos caudalosos, extensos y ricos mares y cuanta otra bendición se le ocurrió. Además, con los siglos se llamará Argentina recordando a la plata y otros minerales que valdrán fortunas…mientras en otras regiones de la Tierra nos regaló desiertos, mares embravecidos, selvas llenas de alimañas y todo lo que puede complicar la vida a los habitantes.

-Es verdad lo que ustedes dicen, pero recuerden que para igualar la situación en Argentina pondré millones de argentinos.
Y el pueblo se retiró en paz, casi como en Fuenteovejuna.

Aquí y ahora

De la misma manera que es difícil explicar racionalmente el por qué nos enamoramos, mucho más es tratar de comprender que nos pasa a los argentinos que, frecuentemente, no podemos desatar las redes y salir de los círculos secretos deseando que pronto sea el último día de espera en tal sentido.

Las dificultades que enfrentamos son, mayoritariamente, creadas puertas adentro, aunque a veces nos gusta echarle la culpa a ignotos intereses foráneos; los problemas del mundo se nos vienen encima como si no fuéramos parte del mismo.

Difícil es solucionar algo cuando partimos de su negación o de una distorsión supina donde además de ser siempre el bueno y el mejor resuelvo las controversias en el cómodo papel de ser la víctima de los malos.

Un grave error bastante frecuente, incluyendo a los mismos nacionales, es confundir al país con su Capital olvidando la magnífica estructura institucional federalista republicana con enormes valores y riquezas esparcidas en todo su territorio.

Si contrastamos indicadores estructurales con los cotidianos observaremos claramente enormes brechas: la violencia urbana es cada vez más feroz, la diferencia entre los que más tienen y los que subsisten con lo mínimo es desmedida, es significativa la confrontación de los sectores: periodistas contra periodistas, empresarios enfrentados a otros empresarios, pobres entre pobres, virulentos razonamientos clasistas, partidos políticos desmembrados, grupos religiosos desarticulados, emprendimientos intelectuales separados e incomunicados entre sí, la corrupción y la impunidad de la misma van de la mano, etcétera. Y, por caso, las tasas inflacionarias y del trabajo informal y desempleo son muy altas y constantes aunque los responsables públicos las niegan suministrando información poco creíble aun por ellos mismos.

Así mismo

Por otro lado, las ferias del libro son multitudinarias, el consumo de bienes y servicios es relevante en parte de la población, Buenos Aires tiene más de 100 teatros, Rosario, Córdoba, La Plata, Mendoza, Paraná, Santa Fe, entre otras muchas ciudades, se caracterizan por sus innovadores centros culturales, las decenas de universidades mantienen altos niveles de excelencia, en algunas exposiciones artísticas los interesados esperan horas para poder visitarlas por el numeroso público que asiste, etcétera.

Aunque la institucionalidad aún es baja, por el esfuerzo generalizado de la ciudadanía la democracia se ha reinstalado para siempre después de las aberrantes experiencias de las dictaduras, aunque los debates referidos al pasado siguen incidiendo notoriamente en los análisis del presente incluyendo la invocación de algunos fallecidos que ya no se pueden expresar ni, eventualmente, desdecir a sus interpretadores. Algunos mitos siguen alimentando la realidad limitando las oportunidades del desarrollo equitativo.

Escenarios posibles en el mediano plazo
1.    Continúa una sociedad dividida, sin poder diferenciar a los oponentes con los enemigos irreconciliables, la búsqueda de concesos es casi superada por la asidua confrontación, con constantes acusaciones horizontales y verticales en los dos sentidos, profundización de fragmentación clasista, endebles intentos de alianzas con menguada capacidad de incidencia, partidos políticos alejados de la coherencia ideológica más próximos a erráticos planteos coyunturales y la concentración del poder, en muchas zonas es significativa la inseguridad en los espacios públicos y privados con relativa poca efectividad de los poderes públicos, licuación de los salarios y jubilaciones por la alta y constante inflación, dificultades para la complementación internacional, prevalencia de la democracia delegativa sobre la participativa, etcétera.

2.    Se encausan acuerdos básicos luego de amplios debates públicos, el ejercicio democrático excluye las conductas autoritarias y las que tienden a consolidar hegemonías, la institucionalidad se fortalece y deja de ser errática, el presente y el futuro sustancial acapara la atención principal mientras actúa la Justicia, los valores constitucionales señalan el camino de todos, el acceso a la información pública se generalizó, los gobernantes ejercen su mandato para todos inclusive para quienes eligieron otras opciones, la alternancia en el poder es un valor generalizado, la ciudadanía participa responsablemente articulándose cada vez que sea oportuno, el poder en todos los sentidos se distribuye simétricamente generándose oportunidades de nuevos desarrollos y de la libre expresión, los resultados de los procesos judiciales son aceptados, la impunidad en la corrupción deja paso a la equidad, etcétera.

Es posible

El mitológico arquitecto Dédalo, envidioso por excelencia, construyó el célebre laberinto de Creta buscando que quienes ingresaran nunca podrían salir como los que nosotros edificamos por la incapacidad de vivir mirándonos a los ojos a la luz del día.

La Democracia se nutre de la diversidad pero también de la inteligencia capaz de edificar con visión de largo alcance, incluyendo en vez de segregar.

NOTA Y REFERENCIA
Alejandro Rojo Vivot es ensayista; ha publicado 30 libros.
1) Borges, Jorge Luis. El otro, el mismo. EMECÉ. Obras completas, Tomo I. Octava edición. Página 293.Buenos Aires, Argentina. 29 de agosto de 1969.

 

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