martes 10 de diciembre de 2024

Opinión | 17 mar 2024

Es tiempo de valientes


Por: Gonzalo Benito Zamora

Un informe del Centro de Profesionales Farmacéuticos de la Argentina evidencia una política que, en resumidas cuentas, podría tildarse de criminal. Una vez finalizados los acuerdos de precios que sostenían los laboratorios con el gobierno de Alberto Fernández, comenzó un proceso de absoluta desregulación del valor de los remedios. Durante el período que va desde el 1 de noviembre de 2023 hasta el 31 de enero de 2024, “los medicamentos recetados más usados incrementaron sus precios un 111,9%”, lo que representó un aumento 40% por encima del índice inflacionario que durante el mismo lapso fue del 70,8%.

En otro orden de cosas, en los últimos meses se registró una fuerte caída del consumo en todos los órdenes. Los datos muestran un derrumbe entre el 30 y el 40 por ciento, lo que en breve comenzará a traducirse en pérdida de puestos de trabajo. Ya hay grandes empresas que han suspendido por 2 o 3 meses a sus trabajadores debido a la caída de ventas o la falta de insumos para producir.

De hecho, en Tierra del Fuego ya empezaron a darse situaciones de real preocupación al respecto.

Por supuesto si lo que queremos es tener una visión global del asunto, siempre vale la pena poner de manifiesto el impacto del ajuste. Jubilaciones que perdieron casi un 35% interanual, el Potenciar Trabajo que cayó un 70% interanual durante los últimos 2 meses, transferencias a provincias 52,7% y a universidades 27,5%.

Y así uno podría seguir hasta el cansancio.

Por eso llama la atención el comportamiento de algunos representantes provinciales, más preocupados por hacer un extenso monólogo en las “cuestiones de privilegio”, que luego son convenientemente editados para uso y disfrute de los adherentes propios en la red social que
más les guste, en vez de utilizar su tiempo y su voz para hacer referencia a lo que realmente importa.

Así como resulta llamativo que, ante este terrible y violento contexto que vivimos, haya senadores más preocupados por no quedar pegados con el “monstruo kirchnerista”, que por defender con verdadera convicción los intereses de la Patria y, en particular, de esta joven provincia. ¿Cuándo pasó que la política se convirtió en un consumo en redes sociales y, en simultáneo, un espacio para posiciones débiles y timoratas?

¿Qué diría Juan Perón, expulsado y prohibido durante 16 años, al ver que sus abanderados están más preocupados por un reel que por construir, convencer y conducir?

¿Qué diría Hipólito Yrigoyen al ver que sus herederos se transformaron en un grupo de debiluchos incapaces de defender convencidos una posición política e ideológica?

El último monitor de la fundación FINNOVA informa que Tierra del Fuego tuvo una caída del 8% en la recaudación de noviembre 2023; las ventas en supermercados cayeron 1,9% durante ese mismo mes respecto de octubre; en lo que respecta a la industria confeccionista, electrónica, mecánica, plástica, textiles, pesqueras y otras, durante noviembre pasado hubo una caída del empleo en un 12,3%.

En términos de la producción industrial, la electrónica evidenció una caída del 28,2% en las cantidades; la textil produjo un 58,9% menos en kg y un 17,6% en metro lineal.

Y todo esto sobre finales del año pasado. Es decir que, con las actuales medidas, podríamos suponer que los datos negativos se agudizarán.
Por eso lo que necesitamos ahora son dirigentes que estén menos tiempo pensando en sus redes sociales, en su pequeño nicho electoral, y mucho más en cómo detener este proceso de deterioro brutal que estamos transitando. Lo que hace falta es dirigentes que tengan el valor de votar según sus convicciones sin tener andar mirando si lo hacen en el mismo sentido que el kirchnerismo o no.

Esa mediocridad, ese vuelo bajito, es uno de los factores que permitió a un “outsider” llegar al poder. Al menos él, aunque a muchos no nos guste, alguna mínima convicción tiene.

Lo que se avecina será realmente terrible. Con sus más o sus menos, lo que está llevando a cabo Javier Milei es una fórmula económica ya conocida. Es decir que ya sabemos lo que sucederá en los próximos meses. Y si ya hubo experiencias así en la Argentina (Rodrigazo, hiperinflación alfonsinista, hiperinflación menemista, desguace de las empresas estatales, relaciones carnales con Washington, incremento sideral de la deuda externa, megacanje, corralito, represión, más aumento de la deuda), bien podría la dirigencia levantar un poco el vuelo y ofrecer alternativas reales a las actuales medidas.

Es tiempo de valientes. Es tiempo de pensar con algún grado de osadía. Salir de las dicotomías del pasado y al mismo tiempo no embelesarse con unos pocos likes en las redes, porque el tiempo pasa y la gente está cada vez peor.

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