

Por fin, los concejales de Ushuaia pensaron en los vecinos de la Ciudad y no en los intereses sectarios de la Cámara Hotelera.
El pasado jueves los representantes del pueblo, votaron una ordenanza prohibiendo el ingreso de buses mayores a capacidad para 24 asientos de ingresar al microcentro de la capital provincial, delimitado entre las calles San Martin, Campos, Yaganes y Guaraní.
Esto fundamentado en la obstaculización del tránsito, cuestión que los concejales fundamentaron en; “entendemos la actividad económica, obviamente acompañamos todo lo que sea relacionado al turismo y al crecimiento económico de nuestra ciudad, lo que no puede pasar es que 60 mil personas que quieran circular en el casco antiguo sean rehenes de 1 o 2 micros que no tienen que estar en ese lugar”, expresó la concejal Yésica Garay del oficialismo.
No más buses de 12 metros de largo intentando doblar en las esquinas del microcentro atascando el libre tránsito por más de media hora. No más buses de 20 toneladas parando impunemente en la mitad de la San Martín para que desciendas 50 personas con sus respectivas valijas, cortando en tráfico por interminables minutos.
La decisión fue aprobada sobre tablas "sin consultar a los operadores privados del turismo", resaltaron los medios ligados a los intereses de la Cámara Hotelera, acostumbrada a ejercer un interminable lobby para defender sus intereses en detrimento de los ushuaienses.