Cuál boxeador acorralado, el secretario Legal y Técnico de la Provincia, José Capdevila, salió a tirar golpes y puñetazo, y no precisamente al aire.

Fue luego que con su firma, el gobierno de Gustavo Melella, presentara la respuesta ante el Superior Tribunal de Justicia, en el marco de la causa judicial iniciada por el legislador Lechman por el llamado a elecciones para la reforma parcial de la Constitución.

El primer golpe fue un uppercut directo al mentón del Superior Tribunal de Justicia. En declaraciones a Diario Prensa, Capdevila puso en duda que los jueces lean los expedientes antes de fallar. "Si el STJ lee nuestro descargo de 100 hojas, nos va a dar la razón", dijo muy suelto de boca.

No contento con su sospecha, el letrado pasó a dar una clase de como Löffler & Cia tendrían, en el caso que lo leyeran, que abordar el tema. Según el secretario Legal y Técnico, "los jueces tendrán que analizar dos o tres aspectos, como son la cautelar y el fondo del asunto, que es una cuestión de puro derecho. Entendemos que no debería demorar mucho tiempo. Nuestro escrito es más amplio que la presentación del legislador. Es una presentación de más de cien hojas. Lo importante es que lo lean y vean que tenemos la razón".

El segundo golpe fue un gancho que impactó en el hígado de la prensa. Al igual que el legislador Federico Greve, acusó al un sector de los medios de comunicación, al que no identificó, por la manera en que cubrieron el allanamiento de Casa de Gobierno, "a algunos medios les gusta la exageración y espectacularidad", sostuvo el testigo que involucró al ex vice presidente, Amando Bouduo, en el caso Ciccone.

El tercer golpe fue un cross (directo) en la cara de Gendarmería Nacional. El funcionario criticó el accionar de los miembros de la fuerza durante el allanamiento de San martín 450, ordenado por la justicia. "La Gendarmería está más acostumbrada a los allanamientos, y le dieron un formato medio exuberante. Quizás es a lo que están acostumbrados", sentenció el Secretario.